Deja de Postergar: Toma las Riendas de tu Futuro

En Jupi Digital creemos firmemente en que dejar de postergar nuestros objetivos es el primer paso para transformar nuestras vidas. En este artículo queremos compartir herramientas y reflexiones que nos ayuden a identificar y superar esas explicaciones tranquilizantes que, muchas veces, usamos para justificar la inacción.
Identificando nuestras excusas
A lo largo de nuestras conversaciones y experiencias, hemos detectado que con frecuencia recurrimos a excusas como: “No tengo dinero”, “No tengo tiempo por mi trabajo, familia o estudios” o incluso “Lo voy a pensar, todavía falta tiempo para que comience”. Estas frases, entre otras como “No creo tener el conocimiento básico”, se han convertido en barreras que nos impiden avanzar hacia la meta que deseamos alcanzar.
El problema de la postergación
Postergar nuestros objetivos es, en esencia, una forma de evadir el cambio. Nos refugiamos en explicaciones que racionalizamos, suavizamos o incluso pensamos que la situación se resolverá sola. Este proceso, muchas veces inconsciente, nos hace creer que si esperamos un poco más, las condiciones serán perfectas para actuar. Sin embargo, mientras tanto, el tiempo sigue pasando y nuestras oportunidades se desvanecen.
La gestión del tiempo y el dinero
Uno de los argumentos más comunes es el de la falta de tiempo: “No tengo tiempo por mi trabajo, familia o estudios”. Hemos llegado a comprobar, mediante cálculos simples, que incluso en una semana ocupada se pueden disponer de más de 50 horas libres para invertir en proyectos que transformen nuestra realidad. De igual manera, cuando decimos “no tengo dinero”, es fundamental revisar nuestros gastos y prioridades. Muchas veces encontramos recursos donde antes no los habíamos visto.
La importancia de tener un objetivo claro
Para contrarrestar las excusas, es indispensable tener un objetivo concreto y personal. Si no definimos claramente lo que queremos lograr, todas las explicaciones –como “Solo me interesa la inserción laboral” o “Con mis conocimientos no confío en que la propuesta me dé resultados”– se vuelven válidas. Solo al conocer con precisión nuestro fin, podemos alinear nuestros esfuerzos y reconocer cuáles son las inversiones (de tiempo, dinero o energía) que realmente nos acercan a ese propósito.
Racionalizar y suavizar: trampas de la postergación
Muchas veces, nos justificamos diciendo: “No tengo tiempo hoy, lo haré mañana” o “No me interesa, ya estoy en lo que quiero”. Esta racionalización o, en algunos casos, la suavización del objetivo, nos impide afrontar el reto. Reconocer que estamos degradando nuestras metas para no enfrentarlas es el primer paso para dejar atrás esa actitud que nos paraliza.
El síndrome del impostor y la negación
Otro obstáculo frecuente es el miedo a no estar a la altura, expresado en frases como “No creo tener el conocimiento básico”, “No creo que luego vaya a conseguir empleo” o “No creo en la garantía”. Nos cuesta admitir que, en ocasiones, algo nos falta y que es necesario aprender y apoyarnos en procesos que nos impulsen. La negación, en este sentido, es un freno que debemos superar si queremos crecer.
Confianza en el proceso y en quienes nos acompañan
Muchas veces, el miedo a lo desconocido nos lleva a querer controlar cada detalle en lugar de confiar en el proceso. Es fundamental dejar de cuestionar, por ejemplo, si realmente funcionará la metodología o si “parece demasiado bueno para ser verdad”. Confiar en quienes tienen la experiencia y en el diseño del camino que nos propone el cambio nos permitirá avanzar con mayor seguridad.
La importancia de actuar ahora
Dejar de postergar significa tomar acción hoy, sin esperar que las condiciones sean perfectas. Es normal sentir dudas cuando se presentan objeciones como “No sé si me va a gustar trabajar de analista” o “Solo me interesa encontrar o cambiar de trabajo con lo que ya sé”, pero actuar nos permite aprender, corregir errores y crecer. Cada pequeño paso que damos es una inversión en nuestro futuro.
Superando la inercia
Sabemos que la inercia es poderosa y que, muchas veces, postergamos no por falta de capacidad, sino por comodidad. Cuando nos permitimos dudar y racionalizar en exceso, caemos en un ciclo en el que cada excusa refuerza la anterior. Es vital romper este círculo, identificar qué nos está frenando y decidir que, aunque el cambio requiera sacrificios, vale la pena.
Reevaluando prioridades y hábitos
A menudo, nuestras excusas están ligadas a hábitos y prioridades mal gestionados. Si bien es comprensible dedicar tiempo a la familia, a los estudios o al ocio, es importante preguntarnos si esos compromisos no están desplazando aquello que realmente nos acercará a nuestros sueños. Una revisión honesta de nuestros hábitos puede abrirnos la puerta a nuevas posibilidades.
Reflexión final
Invitamos a cada uno de nosotros a hacer un ejercicio de reflexión: pensemos en ese objetivo que hemos estado posponiendo y analicemos qué excusa utilizamos. ¿Es la falta de tiempo, dinero o la creencia de que no estamos preparados? Reconocer estas explicaciones es el primer paso para dejarlas atrás y comenzar a construir el futuro que deseamos.
Nuestro compromiso con el cambio
En Jupi Digital estamos convencidos de que, al identificar y superar las barreras internas –ya sea el miedo a no estar preparado, la desconfianza en la futura inserción laboral o la tentación de postergar por comodidad– podemos transformar no solo nuestra carrera, sino toda nuestra vida. Juntos, comprometidos con el cambio, podemos convertir cada obstáculo en una oportunidad para crecer y lograr el éxito que tanto anhelamos.
¿Estás buscando una mejora importante en tu vida?
Trabajando como Analista de datos puedes ganar más y tener un mejor estilo de vida.
Conoce nuestro bootcamp con inserción laboral garantizada
¿Te gustó este artículo?
Regístrate en nuestra newsletter y te avisaremos cuando publiquemos los próximos!
Nunca enviaremos SPAM. Podrás darte de baja cuando quieras.